Lápiz y gouache,
teatro y poesía,
sutileza y espectacularidad,
ser humano y la bestia.
Cuando comencé mi serie de ilustraciones de la familia Animalarios, tan solo buscaba disfrutar dibujando ese bestiario fantástico que todos, de alguna manera, siempre llevamos en la cabeza. La bestia adquiere dotes y actitudes humanas, transformándose en híbridos amables pero manteniendo su aspecto y condición de animales.
Cada ilustración está realizada a lápiz, algunos repasados en tinta y la mayoría, coloreados con lápices de colores y gouache.